Music Review: Unas palabras sobre 'Obverse', el nuevo delightful revés electrónico de Trentemøller

Que Trentemøller es uno de los músicos contemporáneos más sofisticados y exigentes con sus creaciones es algo que, imagino, muchos compartiremos. Porque, a pesar de las corrientes del mercado, cada vez más espiritadas, él sigue yendo de álbum en álbum, y dejó los EP cuando eran su mina de oro y podría haber seguido dándole a los remixes y los temazos, pero le resultó un camino demasiado trillado, poco estimulante, así que decidió complicarse soberanamente la vida creativa, trabajar con bandas, instrumentos y ampliar su estudio hasta los mismos límites de su imaginación. Hace ahora exactamente 3 años, el danés lanzaba Fixion, y regresa como un reloj tres años después, con otro largo que ha salido este 27 de septiembre: Obverse. He estado escuchando el álbum antes de su salida y por cuestiones de tiempo no he llegado a tiempo a lanzar estas palabras a modo de preview, así que ahora también puedes escucharlo tú en cualquier plataforma habitual. De hecho, siguiendo una curada estrategia de marketing, Trentemøller ya había compartido diversos tracks en formato audiovisual, como este que puedes ver y escuchar aquí.

Trentemøller tiene un gran eje en el que hace pivotar sus sonidos, que ya no es que no piensen en la pista, es que sencillamente su sonido es tan cautivador que nos hace olvidar para qué la queremos: naturaleza, calma, introspección y cierto toque de, permitidme decirlo en el mejor de los sentidos, feminidad y sensualidad. Eso sí, cuidado con las estridencias en el momento menos pensado, como en un track como Trnt, que supura ruidismo como si emanase de una herida abierta.

A pesar de sus dejes propios de un artista experimental, el planteamiento de Obverse es un combo que seduce al menos pintado, ya sea fan de la electrónica pausada o del indie más introspectivo. Obverse, además, contiene precisamente en algún track un acorde guitarrero, en otro una voz más poppy, y otros se van por los derroteros del ambient más exquisito. Hasta tenemos tracks que bien servirían para un encuentro meditativo, casi religioso. No hace falta que diga en qué track encontrarás cada sonido, porque la idea es que, efectivamente, lo escuches y vayas viendo cómo Trentemøller fagocita sonidos instrumentales, géneros y tendencias para decir aquí estoy yo, en mitad del playground, haciéndolo todo gravitar a mi alrededor. No busques un hitazo en Obverse, porque no lo hay, me temo que esa fase también la tiene superada el compositor danés. Quizás, viendo que el álbum presenta ciertas similitudes y moods con su anterior, Fixion, podríamos decir que la única pega que tiene Trentemøller es que es tan único y sui generis que le cuesta superarse a sí mismo. Pero, bien pensado, ¿acaso ha dicho alguien que eso sea una virtud? Con ser uno mismo creo que ya estamos más que sobrados, y en este sentido qué duda cabe de la identidad y lo singular que es Trentemøller.

Tracklist:

01. / A1. Cold Comfort (feat. Rachel Goswell of Slowdive)
02. / A2. Church Of Trees
03. / B1. In The Garden (feat. Lina Tullgren)
04. / B2. Foggy Figures
05. / B3. Blue September (feat. Lisbet Fritze)
06. / C1. Trnt
07. / C2. One Last Kiss To Remember (feat. Lisbet Fritze)
08. / D1. Sleeper
09. / D2. Try A Little (feat. jennylee of Warpaint)
10. / D3. Giants